Este puente festivo ha traído muchas cosas al pueblo. Senderistas, amigos, familia y algún que otro cazador dispuesto a disparar a todo lo que respire por el campo.
Yo también he disparado… unas cuantas instantáneas. Ha caído en mis manos una fantástica cámara fotográfica. Tiene en la mochila varios objetivos… uno de ellos es un gran angular… y es muy divertido mirar a través del visor.
Esta es una de las que más me gusta. El edificio es toda una insignia del pueblo.
Las escuelas las son de principios de los años 30 y todos los materiales son de la zona.
El carpintero era de San Martín, los ladrillos se hicieron en Villarejo… en el tejar que había al final del Perchel.
Ojala algún día vuelva a estar abierta… pero no como casa rural
Si no como Centro de día para nuestros abuelos.