La Historia de pueblo se remonta a muchos años atrás. Se han encontrado repartidos por el valle gran cantidad de industria lítica, piedras de cuarcita fabricada por asentamientos del paleolítico. Las piezas más comunes son tallas Pre-Achelienses (unifaces y de talla poco artística) en menos cantidad pero aun fáciles de encontrar están la piezas Achelienses (Bifaces donde la técnica del tallado y con la especialización de cada uno de los utensilios aparecen, buriles, raspadores, hachas y las primeras molas). Saliendo de la prehistoria y ya en del Neolítico se encontrado algunas piezas Musterienses, hachas pulimentadas en piedras de lugares más lejanos, lo que nos da ha entender que el comercio por estas tierra era algo común, y la gente que habitaba eran agricultores y pequeños ganaderos.
De épocas más modernas
existen restos funerarios de los pueblos pre-románicos
(Carpetano-Vetoneses), losas de granito de talla basta y
sepulcros antropomórficos tallados en la roca.
Ya hacia el S.III
la romanización ya estaba bien asentada en el centro de la
península y gracias a la orografía del valle, se construyó
el Puente Romano a su paso por el río Cedena. Esta formado
por dos arcos de medio punto y en muy buen estado de
conservación y era parte de un camino de herradura. De esas
épocas heredamos el nombre de “villar” aunque la villa
romana estaba formada en gran parte por una arquería
Romana.
Avanzando en el tiempo y ya en la edad media. Villarejo era
parte de los terrenos del Señor de Montalbán, palabra de
origen celta “Albiganus”o “Monte albiganicum” del cual
derivo a “Monte Alban” todos ellos vienen de las caleras y
minas de caolín. Quedando así Villarejo de Montalbán por
ser un lugar de la Puebla de Montalbán.
A partir del S.XV y gracias a los
recursos hidrológicos, se empezó ha formar a lo largo
del río la industria molinera, que daba salida a los
grandes cultivos de cereales con sus labranzas que
poco a poco se fueron construyendo.
Por entonces se empezó ha formar el
pueblo y su población empezó a crecer y mucha gente
empezó a llegar al valle. En el S.XVI y dado que la
población ya empezaba ha estar consolidada se
construyó la iglesia en honor a la virgen de la Paz.
De una sola nave y el techo formado por un artesonado
de madera. La pieza más importante de la iglesia es la
torre de estilo herreriano hecha de sillarejos de
granito. Posee en la base un batísferio con una bóveda
en arco de medio punto y por encima hay una escalera
de caracol también hecha toda de granito. La iglesia
por entonces fue y es aun el núcleo de Villarejo de
Montalbán.
De esta época se conservan dos
molinos. El de Campanero, donde también esta el el
puente de Campanero (según dicen medieval sobre ruinas
romanas) en muy mal estado de conservación y del cual
solo queda en pie el cimbrado. También es famosa la
huerta que poseía.
El segundo se le llama el molino de
en medio. Es pequeño pero con una presa parcialmente
conservada hecha de granito cogido del mismo cauce del
río. Durante los siguientes tres siglos el pueblo fue
creciendo y se fueron constutiyendo labranzas y algún
que otro molino de agua como el que se encuentra en el
pueblo, en un buen estado de conservación.
Llegando ya ha principios del S.XX la
industrialización de las tareas del campo con
maquinaría agraria, supuso la despoblación de muchos
pueblos y solo los más prósperos pudieron seguir
creciendo.
Ya entrada la guerra la miseria y el
hambre se instalo y con ella llego la destrucción de
gran parte de la historia de Villarejo, como tres de
las cuatro campanas que había en la torre y muchos
libros de registro tanto del ayuntamiento como los de
la iglesia; incluso podría desmostrarse que Fernando
de Rojas, uno de los grandes de la literatura
española, fue vecino del pueblo.
Los años de la posguerra pasaron y
muchas de las personas que se fueron a la capital en
busca de un trabajo fueron regresando al pueblo,
trayendo consigo algo de esperanza al
pueblo..